14/4/09

Huasteca Potosina


Arribar a Ciudad Valles, al sureste de San Luis Potosí, es el inicio de la aventura. De ahí, a cualquier punto de interés sólo hay una separación de 120 minutos, los cuales comparados con la diversión, la emoción y el fluir de la adrenalina, son olvidados por completo hasta el momento de regresar, pero esta vez mitigados por el cansancio y la satisfacción de haber hecho algo distinto, emocionante y audaz.
¿Por dónde empezar? Por donde se prefiera. Un descenso en el Río Santa María (rafting), hará vibrar todo tu ser, en primera instancia por el vértigo de la corriente y el movimiento constante de la balsa y después por la contemplación del paisaje, el encañonamiento de las aguas del Río Tampaón y los riscos de impresionante magnitud, en un viaje de cuatro horas y media.
Si de pendientes hablamos, nada como practicar la escalada o descenso en cuerdas (rappel) y esto se da en la Cascada de Tamul, donde los más intrépidos, en un abrir y cerrar de ojos realizan la hazaña, otros por el contrario, al mirar el precipicio y paralizarse por el miedo deben ser asistidos por los guías.
Del mismo modo, está la tirolesa, un deslizamiento a buena velocidad por un alambre con una distancia de 200 metros sobre la espesura de la selva que se localiza en el municipio de Aquismón.
En el último de los casos, cuando por fin se ha derrotado al pánico y han triunfado los deportes extremos, para lograr una relajación total, el visitante podrá contemplar la llegada de miles de vencejos y guaguas en el sitio conocido como el Sótano de las Golondrinas, (los lugareños llaman a los vencejos golondrinas, de ahí el nombre del pozo), tiene una profundidad de 500 metros (350 en caida libre) y 70 de diámetro. Es el albergue natural de miles de aves de estas especies, las cuales desde muy temprano salen a pasear por diferentes regiones y verlas llegar o partir es un verdadero placer.


Asimismo, en el municipio de Xilitla, se encuentra el palacio de Sir Edward James, con 23 estructuras inacabadas y de extraña composición, la mayor parte de la edificación pertenece al jardín y compagina con la naturaleza. En la entrada se descubren piezas con la figura de siete serpientes (los pecados capitales), “Los anillos de la reina”, la escultura de las manos del propietario como bienvenida, “El Pasillo de las orquídeas” y “La casa de bambú”, que es estancia de los animales de la zona, entre otros.

Además, la zona arqueológica de Tantoc, es la muestra fehaciente de la existencia de los pobladores de la Huasteca Potosina. Descubierta en 1988, en la actualidad prosiguen las investigaciones y será abierta al público a mediados de este año.